Aquellas muertes supusieron por una parte la prohibición de escalar en los mallos y por otra la creación de un mito al Puro como mallo maldito y macabro. Habría que hablar de una tercera consecuencia, como fue la retirada de las paredes de Ángel Serón y Fernando Millán, que formaban cordada con Carilla en el momento de su muerte. Ricardo Arantegui,

Dos lápidas situadas una al lado de la otra en la base norte del Pisón recordaban a Cored y Carilla. Existía otra más de la que no queda ningún resto. Es conocida gracias al testimonio escrito en la Guía de escalada de Riglos de Rafael Montaner y Fernando Orús: "Su conquista (la del Puro) fue dramática , pues en distintos intentos perdieron la vida Mariano Cored y Víctor Carilla, a los que unas lápidas, junto a la de José María Renovales muerto años después, guardaron recuerdo y dieron sombría bienvenida hasta que unos desaprensivos las destruyeron". Como dicen estas palabras, la oleada de iconoclasia que recorrió las paredes de la península a principios de los 80 acabó con estas placas de homenaje.
Sobre este acto Arantegui contaba lo siguiente: "Por suscripción entre sus compañeros de Montañeros de Aragón se mandó esculpir una lápida conmemorativa que se colocó al pie del lugar donde se encontró con la muerte, muy cerca de la de Mariano Cored de Peña Guara. Estas placas colocadas a respetable altura y que teóricamente sólo eran accesibles a escaladores fueron destruidas con ensañamiento a martillazos quedando totalmente irrecuperables. Al autor o autores de este suceso la conciencia colectiva los juzgará y colocará en el lugar que les corresponda, su silencio certifica que el acto es altamente reprobable".
Edito (ene'09): Como no es fácil encontrar testimonios escritos a favor de la destrucción de lápidas, copio el comentario que ha realizado el Centinela González.
"En los años 80 se rompieron todas las lápidas de Riglos, Pedriza o Picos, ademas de arrancar
Riglos en aquellos años parecia un cementerio, simplemente se limpio: en el Volao dabas con los pies en una lápida, en la Sur del Naranjo te tenias que subir a otra para empezar a escalar, y en Cabrera al Manolin le pusieron otra cuando murió de enfermedad común, no escalando allí, simplemente se la dedicaron.
En poco tiempo habrá españoles musulmanes escalando e igual pintan versículos del Corán a pie de vía, ¿porque las pintadas no y las lápidas si? lo mejor es una montaña limpia. ¿Quereis respetarles? pues no convirtais sus vías en ferratas."
Composición en homenaje a Víctor Carilla realizada por Julián Gracia, obtenida del Anuario de Montañeros de Aragón.
Foto de Rabadá, M. Bescós y Cintero tras la primera del Puro obtenida de Cuadernos Técnicos de Barrabés. Se observa una de las lápidas destruidas en la actualidad.