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Lo primero, la montaña

La Normal del Puro (Riglos): reseña y croquis

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Puestas sobre la mesa las cartas de ambas cordadas y visto que nadie iba a dejar que la gloria recayera sobre la cordada rival, la carrera por llegar el primero al Puro había dado el disparo de salida. El siguiente día festivo iba a ser el del 18 de julio –festividad en época franquista por el día del golpe de estado contra la república- por lo que las dos cordadas realizaron la misma estrategia: llegar antes a Riglos. Catalanes y aragoneses deciden adelantar la conquista al fin de semana anterior, pero son M. Bescós, Rabadá y Cintero los que consiguen la tarde del 12 de julio llegar al pueblo. Suben a la gran cornisa donde se sitúa la segunda reunión, dejan gran parte del material y descienden de nuevo al pueblo para dormir en casa de don Justo.
"Cintero", Manuel Bescós y Rabadá

Al día siguiente, 13 de julio, los escaladores logran llegar hasta el collado del Puro donde realizan el vivac.

14 de julio de 1953. Desde el collado, por terreno ya conocido en la tentativa del mes anterior, logran llegar en 8 horas hasta la base de la última panza, desde donde tuvieron que rapelar por la tormenta de la última tentativa y donde habían dejado el clásico buzón de las escaladas de la época. Superan la panza con un paso de hombros y al final del día llegan a la cumbre. Tras 6 tentativas previas, dos muertos y 6 años de intentos y prohibiciones, el Puro ha sido finalmente conquistado.

"En la cumbre, después de dar gracias al Altísimo, se canta el Cara al Sol, y como es completamente de noche y es imposible el descenso, se prepara el vivaque, que se presenta sumamente problemático debido al pequeño espacio disponible (unos tres metros).

Teniendo ante los ojos por un lado el imponente paredón del mallo Pisón y por otro el profundo abismo, transcurren lentas las horas esperando el amanecer para emprender el descenso" Descripción tras la ascensión realizada por Cintero.

15 de julio 1953.

Montando el primer rápel con una escarpa y un anillo de cuerda, consiguen llegar en tres rápeles más hasta el suelo donde esperan los compañeros que han seguido desde abajo la escalada. Al cruzar el pueblo para dar gracias a la Virgen del Mallo, se cruzan con la cordada catalana que buscaba también la conquista del Puro y que tuvieron que conformarse con la primera repetición.

Bescós al descender del Puro
Se comenta de Panyella que estalló de ira al enterarse de la conquista del Puro y dirigió duros insultos a la cordada aragonesa. De ese día es archifamosa la foto tomada a las dos cordadas en las escaleras de la iglesia de Riglos. Algo más calmado, Panyella firmaría por última vez en el libro de registro de Riglos: "Veníamos a realizar su primera, pero... ¡llegamos tarde! Sólo al saltar del tren, en el recién inaugurado apeadero de los Mallos, ya nos habían anunciado que: ¡Ya han subido! Nos fuimos a desahogarnos al Fire haciendo la travesía completa y contemplando a nuestras anchas un puro ya fumado por otros."


Descripción de la vía.

La Normal al Puro (ver croquis) es una de las escaladas más repetidas de Riglos. Es habitual ver las colas que se forman en el diedro por las cordadas que se van amontonando en la repisa donde se juntan la entrada clásica y la directa, no obstante, hasta 7 vías (Normal, Norte, Cintero, Makokis, Anglada-Guillamón, Directa a la Norte y la entrada a la Serón-Millán por el collado del Puro) utilizan la reunión anterior a la cueva del Puro, a los que hay que añadir los que pasan por ahí rapelando del Puro. En esta vía más que en ninguna madrugar más que una recomendación se considera una necesidad.

Cordadas aragonesa y catalana en la iglesia de Riglos
En general, bien asegurada, no está de más llevarse unos cordinos para reforzar ciertos puentes de roca bastante dañados por el paso del tiempo y de los escaladores, así como algún fisurero o friend si nos dan miedo los alejes rigleros. El equipamiento combina lo clásico con lo moderno, pudiendo encontrar auténticas reliquias en su recorrido. Aún con todo, la escalada es bastante segura.

Esta vía tiene todo lo que podemos encontrar en los mallos: zonas fáciles, diedros, techos, chimeneas, panzas y desplomes, todo ello en su justa medida. El recorrido, absolutamente lógico y aprovechando las zonas débiles de la pared, no ofrece demasiadas opciones para el embarque.

L1: Comenzar la escalada por la cara exterior, en la vertical de la cima del Puro, unos metros a la derecha del camino.Largo fácil en diagonal a la izquierda. IV+
L2: Continuar por la cornisa hacia la izquierda, sin seguros al principio, pero muy fácil. Superar un paso protegido con un parabolt y una P expansiva y seguir hacia la izquierda hasta dar con la reunión. V Hasta este punto se puede entrar en un solo largo por la entrada Directa desde la cueva Cirila (V+)
Normal del Puro. Última panza
L3: Diedro muy bonito, aunque bastante pulido por el constante paso de los escaladores. Reunión en buena repisa. V+
L4: Largo de trámite. Paso más difícil a la salida de la reunión y después larga y muy fácil travesía a la derecha hasta llegar a la Cueva del Puro. V
L5: Cueva del Puro. Desplome duro -casi techo- que hay que superar abriendo bien las piernas a cada lado de la cueva. Después de eso, un pequeño trámite hasta la reunión. 6a+ (añadir todos los ++++ que se quieran).
L6: Chimenea hasta el collado. Muy pulido en los tramos más estrechos.Frecuentes atascos en días de gran afluencia. Saltarse la primera reunión (rápel, inicio de la vía Cintero) Reunión en el collado, debajo de la piedra empotrada. IV+
L7: Subirse en la piedra empotrada, y dirigirse hacia la cara sur del Puro en diagonal hacia la izquierda. Buscar las zonas más fáciles, encontrando anclajes de todo tipo. Reunión con las argollas muy separadas (triangulación imposible) debajo de la primera gran panza. V+
L8: Superar difícilmente la panza que cubre la reunión (6a) y seguir verticalmente por terreno más fácil hasta llegar, moviéndonos a la derecha, a otra gran panza. Aunque hay reunión, es mejor seguir directamente hasta la cima. En libre o en A0 vencer la úlima dificultad de la vía y por terreno cada vez más fácil montar reunión (tres clavos) en la cima. 6b

Descenso en cuatro rápeles:
1º por la cara interior del Puro,
2º chimenea,
pasamanos y
3º y 4º línea de rápeles paralela al diedro de la entrada directa.

Toponimia del Mascún inferior (Rodellar)

Artículos anteriores:
Fantasmas en el Mascún.
La surgencia del Mascún.

En un par de artículos he ido recordando la carga misteriosa que rodea al Mascún. Una tradición antiquísima y un redescubrimiento moderno han dejado en este barranco una impronta toponímica que se solapa entre lo añejo y lo reciente sin saber muy bien qué es lo que corresponde a cada época.

Cada vez que hablo de Guara se hace imprescindible citar a Enrique Salamero. Es en Sierras de piedra y agua donde el autor desmenuza cada rincón de los barrancos, dando a conocer datos, historias y curiosidades que trascienden lo deportivo y muestran la cultura que rodeaba estos lugares antes de la llegada de los primeros “aventureros”. Sólo en el Mascún, sin contar ninguno de sus afluentes, Salamero recoge casi 40 topónimos de cascadas, caminos o puntos geológicos curiosos que debería de conocer aquel que se acerque a este lugar, enclave donde prácticamente cada espacio tiene su leyenda.

En lo que desde Lucien Briet se conoce como el Mascún inferior, la imaginación colectiva –antigua y moderna- ha moldeado las piedras para darle formas familiares o reconocibles, plasmando en la toponimia ciertos nombres que hoy en día son bastante conocidos. Aún así, a mucha gente que reconoce sin dudar cualquiera de estos sitios se le hace difícil saber qué hay de tradición y de actualidad en algunos de esos nombres que nos hemos aprendido. Vamos a hacer un repaso a algunos de ellos.

  • El Beso. Tan romántico nombre es la moderna denominación del Puntarrón, ese lugar en el que la perspectiva nos puede engañar pensando que estamos ante un puente natural de tan próximas que se encuentran las rocas que cubren el Mascún.


  • Le pas du bain des pieds (baño de pies). Con este nombre tan descriptivo rebautizó Briet el Estrecho de la Fuen de l’onso, una badina permanente conocidísima por la foto que realizó el explorador francés en 1904 en la que precisamente se observa la profundidad que da nombre a dicho estrecho. La citada Fuen de l’onso –otra vez, como en la Bal d’Onsera, aparece toponímicamente el oso por estas tierras- se encuentra actualmente semioculta aguas arriba entre roca y vegetación.


  • El zapato o la zapatilla. A mí me cuesta ver un zapato, veo más una locomotora o una “botilde” del 1, 2, 3. Hay quien dice que hay que verlo invertido, o que hay que mirarlo con la punta a la derecha… no me termina de convencer. De hecho, también se conoce como “la pipa”, así que cuando una misma roca da para tantas interpretaciones será porque no está del todo claro su parecido con ninguna de ellas.


  • El bolo d’o Real. Se conoce como O real de Mascún a la zona más ancha del Mascún, entre el Estrecho de la Fuen de l’onso y la fuente Mascún. Este llamativo bolo, que muestra de la fuerza que puede traer el Mascún, se encuentra varado en la orilla izquierda, enfrente del zapato.


  • Cuca Bellostas. Echo mano del Diccionario aragonés de Rafael Andolz para copiar una de las acepciones y dar explicación al topónimo. Cuca: Miembro viril, pene. Bellostas es una casa de Otín, en la que uno de sus habitantes (desconozco si el amo, aunque todo hace pensar que sí) alardeaba de “cuca” y de prole, con gran cantidad de hijos tanto fuera como dentro del matrimonio. Ante tanta fanfarronería, los vecinos de Otín con bastante guasa llamaron “la cuca de Bellostas” a la imponente aguja que domina todo el Real de Mascún.

    Tras la escalada de esta aguja, en 1954 se renombró -sin éxito- como Aguja Manuel Bescós. La explicación la dejo en el texto de los autores de la primera escalada (ver reseña y croquis de la escalada), Fernando Orobigt y Esteban de Pablo: "No consigo quitar de mi mente el recuerdo de aquel aciago día en que un desgraciado accidente cortó la vida en flor del que fue compañero nuestro en la montaña y guía en la escalada, Manuel Bescós San Martín.

    En aquel momento surgió en nosotros el firme propósito de que su nombre brillase con letras de gloria en la cumbre más alta que sin escalar hubiera. (...)Los Montañeros de Aragón (...)hacían a principios de marzo una excursión con el fin de confirmar los rumores oídos sobre la existencia de un monolito de unos 70 metros llamado por los vecinos del lugar la "Cuca Bellosta".

    Distante a media hora del pueblo de Rodellar (Huesca) y enclavado en el Barranco de Mascún, cual centinela perpetuo, yergue su figura colosal el monolito que hoy lleva el nombre del que fue amigo y maestro Manuel Bescós (q.e.g.e.)"


  • Ciudadela. Es el nombre con el que se conoce a la Peña a Costera. Una costera es –vuelvo a copiar a Rafael Andolz- una estribación de montañas y sierras en la proximidad de los pueblos montañeses (…)Suelen ser terreno pedregoso, estéril, muy inclinado, de roca viva con frecuencia.”. Decía Briet de la Peña a Costera que era una “fortaleza extraña, colosal. (…) Surge como ante un conjuro de Lucifer, hecha de roca pálida, manchada aún por la sangre de los que la habían tomado por asalto”.


  • El delfín. Para ver esta impresionante silueta hay que situarse a los pies de la Peña la Virgen, en el inicio de la ferrata. Tradicionalmente este enorme puente de roca y su vecino son conocidos como Os Ventanajes. Recomiendo no perderse la foto esférica de Ignacio Ferrando de la escalada en el Delfín de Rodellar.


  • Sobre escalada, que mucho hay, hablaré otro día.

    Equipamiento de la Directa a la Visera (Riglos)

    Del artículo La Visera: historia de un desplome del número 42 de Cuadernos Técnicos de Barrabés.

    "Con tantas comisiones de estudio, de preservación, de protección, de asesoramiento, de acuerdos sobre regulación, etc. todo parece avocado a establecer una Dirección General de Tráfico para vías de escalada. Y no hablemos del proceso de criminalización que sufre la práctica de la escalada debido a burócratas pseudoecólogos y afines. Por todo esto, a estas alturas de las discusiones sobre aperturas, restauraciones, «preparaciones» y equipamientos de vías parece anacrónico que alguien decida por su cuenta y riesgo, sin el consenso de las comunidades escaladoras, equipar una ruta considerada clásica para adecuarla —en parte o en su totalidad— a la denominada, con dudoso acierto, «escalada deportiva». Esto último es lo ocurrido en la Directa a la Visera, si ando bien informado."

    Seguir leyendo Confesiones y opiniones sobre el equipamiento de la Directa a la Visera (Riglos).

    Por Antonio Gómez Bohórquez (Sevi)

    Edito (dic 2010): Propuesta de restauración de la Directa a la Visera de Rafael García Romero, Víctor Velilla Suñer y David López Olea aprobada por los aperturistas de la vía, Antonio Gómez Bohórquez "Sevi" y  Mariano Lozano Miñano.
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