Es curioso que en Zaragoza se hayan dedicado muy merecidamente instalaciones municipales a otros montañeros y no se haya hecho lo propio con Rabadá y Navarro. Sin ir más lejos, tenemos el polideportivo Pepe Garcés y el rocódromo Miguel Ángel Lausín, pero los nombres de Rabadá y Navarro se repartan por refugios, vías y picos de toda la geografía aragonesa y sin embargo no tienen ni un recuerdo en la ciudad en la que vivieron los escaladores más emblemáticos que han salido de Zaragoza.
Excelentísmo sr. alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch:
Los escaladores Alberto Rabadá y Ernesto Navarro son dos de los más grandes deportistas que ha dado Aragón en el siglo XX. Cuarenta y seis años después de su muerte mientras subían la cara norte del Eiger, sus hazañas siguen vivas en la mente de los montañeros y escaladores de toda España, que continúan admirando sus logros pese al tiempo pasado.
Aunque Rabadá y Navarro son conocidos entre los amantes de la montaña -hay refugios dedicados a su memoria e incluso en montañas emblemáticas como el Naranjo de Bulnes se emplea su nombre para designar la vía que abrieron- todavía no son suficientemente valorados en Zaragoza y Aragón.
Por eso solicitamos que una de las calles de la ciudad se dedique a conservar su memoria.
Más información en Tinta de Hemeroteca de Heraldo de Aragón.
muy bueno! enhorabuena por el blog
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