Homenaje a Luis Gómez Laguna 20oct1957 |
Los primeros años de escalada en el Gómez Laguna, que hasta su primera ascensión fue conocido como "el pimiento", fueron una concatenación de "primeras" favorecidas por su abundancia de fáciles cornisas, que permitían cierta libertad a la hora de elegir el itinerario, y su cómodo acceso por la cara norte desde el Hijo. De esta manera, en los 10 años que siguen a su conquista, se registran hasta 7 variantes (y variantes de variantes) para acceder a su cima a la que, curiosamente, sólo llega un largo, es decir, todas las vías de este mallo convergen en una única tirada final.
En el puente de roca |
Montañeros de Aragón. Riglos 6-Oct-1947
Se comenzó la escalada a las 9 de la mañana con tiempo bueno pero con aire huracanado.
Su ascensión empieza por una chimenea de unos 20m. de altura. A continuación por medio de una doble cuerda se salva una pared vertical completamente de unos 12m. hasta llegar a una repisa muy [ilegible] en donde hay que hacer un paso horizontal (hacia la derecha) por donde se coge una chimenea que conduce hasta otro rellano. Desde entonces se vuelve a coger la pared por la parte que está enfrente a la "Aguja Roja" continuando así hasta la cima a la que llegamos a las 6'30 de la tarde, empezando el descenso a las 7 después de dejar el buzón debajo de la piedra grande que se encuentra en la cima, haciendo los rappels de repisa en repisa ya completamente de noche terminando el descenso a las 9 de la noche.
Está 1ª ascensión al monolito "Gómez Laguna" la dedicamos:
Ángel Serón a Goyita Monje
Antonio Ansón a la srta. Mª de las Nieves Ubide Sánchez
Francisco Fau Campmany a la simpática y bonita Marujita Asún de Riglos
Vía Normal. Ficha técnica:
Largo 1: Ascender al puente de roca que une el Gómez Laguna con la Aguja Roja desde la canal oeste, una especie de diedro tumbado que no llega a ser chimenea, de escalada muy fácil pero desequipado, a excepción de un par de puentes de roca. Reunión en dos viejísimos buriles situados encima en la pared del Gómez Laguna, ya encima del puente de roca. III+, 25 metros. Una manera más común de llegar al puente de roca es utilizar la entrada directa, que es el mismo recorrido que se hace actualmente para la Normal de la Aguja Roja.
Primeros largos Gómez Laguna |
Reunión intermedia 3er largo de la Normal |
Largo 4: Andando por la repisa hacia la izquierda, descender un pequeño escalón con sabina donde encontraremos una reunión moderna (instalación de rápel) que no montaremos, sino que seguiremos unos pocos metros hasta llegar al espolón oeste, donde existe otra reunión con dos paraboles y un viejo clavo. III, 15 metros. Gestionando bien el roce de las cuerdas, es posible enlazar los largos 3 y 4.
Largo 5: Bonito largo, vertical, aéreo y mantenido en el que de nuevo nos aparecen los paraboles entre los clavos. Reunión en sirga. V, 20 metros.
De aquí a la cima nos queda subir un par de metros ayudándonos de cuerda fija.
Descenso: Desde la última reunión, hacer un rápel de 20 metros por la cara sur hasta llegar a la instalación de la última cornisa. Desde aquí, con cuerdas de 60 metros llegaremos muy justos hasta el suelo aunque es más recomendable tratar de llegar hasta el puente de roca con un fácil péndulo y hacer un rápel más para quitarnos de la vertical y evitar las peligrosas piedras que tiraremos al recoger las cuerdas.
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Rápel del Gómez Laguna |
Algo parecido sucede con la vía Directísima (la llamaré directa de 1954 para diferenciarla del resto de entradas y variantes) de Montaner, Orobitg y Rabadá el 19 de marzo de 1954 y que supuso la tercera ascensión. La escueta piada dice "Cordada de Montañeros de Aragón. Ascensión realizada con lluvia y fuerte viento y mucho frío. La subida nos costó 9 horas y la bajada casi otras tantas."
Vía directa de 1954. Ficha técnica:
Largo 1: Ascender al puente de roca que une el Gómez Laguna con la Aguja Roja por el diedro este, coincidiendo con el recorrido habitual para ascender a la Normal de la Aguja Roja. Al situarnos encima del puente de roca, continuar por el muro que lo domina y que está equipado con clavos y parabolts (6a/ Ae) el cual nos deja en una fácil y larga cornisa que se recorre unos pocos metros hacia su derecha. Desde el puente de roca hasta aquí, coincide con la vía Normal. Escalar el breve muro que domina esta cornisa (más fácil cuanto más a la derecha) y escalar un cortísimo diedro hasta llegar a otra cornisa donde existe una reunión con 3 buriles y dos pes expansivas. 6a/Ae, 35 metros. Si no hemos gestionado bien el roce, podemos montar reunión en la sabina que hay a la derecha o en los buriles detrás de ésta y, una vez reunidos, trasladar la reunión a las "pes" haciendo un corto y fácil largo en travesía a la izquierda.
Largo 2: Bonito largo, vertical y mantenido, escalando con cierta tendencia hacia la izquierda donde alternan los clavos con los paraboles. Ya al final, el muro se vuelve menos vertical y la dificultad decrece. Encontraremos una reunión moderna (instalación de rápel) que no montaremos, sino que seguiremos unos pocos metros hasta llegar al espolón oeste, donde existe otra reunión con dos paraboles y un viejo clavo. 6a/Ae, 25 metros.
Último largo del mallo |
De aquí a la cima nos queda subir un par de metros ayudándonos de cuerda fija.
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El 16 de abril de 1954, en plena Semana Santa, los escaladores catalanes J. Nubiola, J.M. Torras y J.M. Anglada realizan la 4ª ascensión al Gómez Laguna, realizando la primera repetición de la vía normal. Su relato es el siguiente: "Como no conocemos bien esta parte, perdemos bastante tiempo tratando de localizar la "Gómez Laguna", nos encaramamos encima de un puente rocoso que separa dos monolitos y optamos por el más pequeño. En escalada totalmente libre, pues sólo clavamos dos pitones a la salida para superar un desplome, llegamos a la cumbre al cabo de 4 horas y vemos que, efectivamente, estamos en la cumbre de la Aguja "Gómez Laguna" habiendo efectuado la 4ª ascensión. Es una escalada sumamente expuesta debido a la mala calidad de la roca que se suelta muy fácilmente, lo que impide disfrutar a fondo. Bajamos en tres "rappells" casi a obscuras y a las 9 estamos de regreso en el pueblo". Poco después, "Cintero" y de Pablo realizan la 5ª ascensión por la ruta que denominan "vía Puente-Chimenea" -con toda probabilidad, de nuevo la vía original-.
La 6ª escalada al Gomez Laguna fue realizada por Rafael Montaner y José Antonio Bescós de nuevo con apertura, llamando a la vía Cuerviñán Norte, aunque intriga el hecho de que digan que hicieron la 3ª ascensión al Hijo. Si ellos hicieron la 3ª, ¿quién hizo la segunda? ¿Quizás Carilla, Serón y Hernando en la segunda absoluta al mallo? Si es así, ¿qué ruta realizaron desde ahí? ¿había una Cuerviñán sur? El nombre quizás haga referencia al balcón de Cuerviñán en Mezalocha, donde Montaner y Rabadá abrirían más tarde, en 1959, el famoso diedro, pero eso son mis conjeturas. El relato no despeja muchas dudas:
"Cordada del GEMA compuesta por Rafael Montaner y José A. Bescós, haciendo el hijo por la cara norte y bajando por la cara sur, comenzando la escalada al Gómez por la canal existente entre éste y un mallo adherido a esta pared siendo bautizado con el nombre del Aborto. Desde allí por una travesía horizontal descendente hacia la izquierda alcanzamos la tercera repisa, dándole la vuelta al mallo y continuando la vía normal hasta la cima (...) Riglos, 13 de junio de 1956". El 22 de julio de ese mismo año, esta vía vuelve a ser repetida por R. Ligorred, P. Peña, E. Vicente y A. Virgili calificándola de "vía magnífica", pero sólo 3 días después, J. Vicente "Nanin" y Pepe Díaz, que acceden al Aborto por la Chimenea del Zarzal, realizan la siguiente calificación: "Un poco moñudo el paso horizontal". Tan "moñuda" debió de parecer la escalada a Pepe Díaz que junto con Francisco Molina en noviembre de 1956 firma la "1ª variante a la vía Cuerviñán Norte" de la que no aportan ningún dato técnico. Sobre la entrada directa por la cara este y hoy en día impracticable a causa de la vegetación, no he encontrado ni fecha de la apertura ni los autores. La antigua guía de Riglos de Montaner y Orús, no obstante, desaconseja esta escalada sin mencionar la vegetación: "Itinerario poco recomendado por la acusada descomposición de la roca".
En la travesía de la Cuerviñán Norte |
La Normal: itinerario sinuoso, pero fácil y evidente. La roca en la cara este no es del todo buena y está comida algo por la vegetación, lo que afea algo la escalada.
La Directa: más elegante que la Normal al no salirse de la cara sur y no hacer tantas travesías, aunque resulta algo más difícil. En términos generales, más recomendable.
La vía de las Ñapas (espolón oeste): Abierta el 28 de marzo de 1970 por F. Monzón, R. Fayos y P. Alcay. Recientemente reequipada.
La escalada desde la cara Norte -llegando a la entosta del Aborto por la chimenea del Zarzal o rapelando desde el Hijo- no es muy recomendable. Las escaladas ni son más directas, ni más rápidas, ni más elegantes, ni mejoran significativamente las características de las vías de la cara sur a la que, de todos modos, hay que volver para ascender a la cima.
Dos notas anecdóticas sobre esta aguja y sus piedras. La primera: existió en tiempos en la cima una piedra enorme a la que Serón hace referencia en la piada de la apertura y que alguien sin otra cosa mejor que hacer empujó al vacío. La segunda: el accidente que sufrió en 1963 el doctor (aunque por entonces no era doctor) José Ramón Morandeira en este mallo y que desde entonces le valió el alias de "Morrofiemo". En el libro que se publicó en Montañeros de Aragón en conmemoración del 75º aniversario de la fundación del club, Morandeira explica el accidente y el origen del mote. Cuelgo aquí un extracto:
"Aquel día había ido a escalar a Riglos en compañía de mi inseparable amigo Luis Gutiérrez: el inefable, auténtico e irrepetible Guti. Madrugamos poco para no variar y se nos hizo tarde. Así que, para no perder el tren, decidimos ir a los mallos pequeños: al Gómez Laguna, detrás del Cored, que aún no lo habíamos hecho. Tras gran subida y bajada por donde no era, cuya dirección técnica asumió al completo el Guti que en estos menesteres era un maestro, llegamos al suelo. Allí, ya seguros, el Guti permitió que me hiciera cargo de la delicada maniobra técnica de recuperar las cuerdas del rápel. Tiré de una, me pareció que estaba atascada y miré hacia arriba justo a tiempo de recibir en plena boca el impacto de un pedrusco, desprendido desde lo más alto.
¡Ay, ay, ay!, gemía yo con los labios destrozados, escupiendo sangre y trozos de dientes rotos ¡Si es que no te puedo dejar solo!, murmuraba el Guti al tiempo que me daba aire para el mareo y me limpiaba la sangre con un trapo (él lo llamaba pañuelo).
Pasó un buen rato. Deje de sangrar. Me dolía pero, pese al destrozo, no demasiado. Le pedi al Guti que bajara al pueblo y avisara a la Guardia Civil para que subieran a echarnos una mano, pero se nego: antes muerto que mezclado con picoletos; se lo impedía su ancestro gitano. Así que recuperó las cuerdas sin más incidentes, recogió todo en la mochila y tiramos glera abajo. Alcanzamos el camino del pueblo sin mayores problemas y, como yo no podía hablar, lo hacía él, animando: "Desde luego, macho, vaya morro de fiemo tan chungo se te ha quedado, como no comas por el culo lo tienes claro". Así, todo el camino andando hasta el pueblo en plan simpaticote. Aunque, eso sí, tuvo el gesto generoso de llevar todo el peso y me ayudaba cuando había algún mal paso: "No vayas a caerte, te vuelvas carafiemo a más de morrofiemo y me vengan los de tu tribu con historias, que son muy fachas"."
Que buena la cronica de "morrofiemo" del accidente y la bajada al pueblo. Que risas zagal!!! Eso son amigos y lo demas tonterias!!
ResponderEliminarTienes una página muy buena.
ResponderEliminarMe alegro de haberla encontrado.
Saludos