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Lo primero, la montaña

La Virgen del Mallo (Riglos)

En la mayoría de las tradiciones cristianas la fe tiende a mezclarse con las historias paganas. Antiguos ritos o veneraciones a la naturaleza son adaptados a la cultura católica de manera más o menos descarada. Ermitas en cuevas, fuentes que curan enfermedades, santuarios en las cimas de los montes… suelen ser un ejemplo de adaptación de cultos precristianos.Con un poco que nos movamos por territorios de tradición católica, podremos encontrar las mismas historias relatadas con diferentes protagonistas. Vírgenes que se aparecen a pastores o niños, santos de incógnito que piden refugio en los pueblos o milagros sorprendentes gracias a la intercesión de determinados mártires, son historias que oíremos en aquellos lugares donde nos queramos interesar por la tradición oral.

La historia de la Virgen del Mallo no es muy diferente a lo que he oído en otros pueblos: Una virgen que se aparece en una cueva –en este caso en la cueva de la Virgen, en medio del Pisón, donde empieza la Carnavalada- y a la que trasladan a otro lado. Milagrosamente, la Virgen regresa una y otra vez al lugar donde hizo la aparición. A partir de aquí la historia tiene diferentes finales posibles; en la mayor parte de los casos se dan cuenta de que es inútil mover la figura del sitio donde apareció porque la Virgen vuelve una y otra vez y deciden construir una ermita para dar cobijo a la talla, pero en Riglos buscaron una solución más imaginativa.

Los habitantes de Riglos trasladaron la Virgen del Mallo a la iglesia del pueblo y le construyeron una hornacina con piedras sacadas de los mallos. De esta manera, la Virgen del Mallo se sentía como en el mismo lugar donde se apareció y no hubo necesidad de construir ermita alguna adosada al Pisón. Contenta la Virgen, contentos los del pueblo y más contentos aún los escaladores.

Dicen que la Virgen del Mallo protege el pueblo. Ni una sola piedra ha dañado ni una casa, ni a un animal; evidentemente, no pueden decir que no ha dañado a ninguna persona. También fui testigo de un coche “makeado” en el techo con bollo riglero por aparcarlo debajo del Puro. Será que no es una Virgen a todo riesgo.

Miguel Vidal, quien nos dejó para las generaciones posteriores las emocionantes películas de las escaladas de Rabadá y Navarro, contó en su haber con la promoción de dos entronizaciones de vírgenes a cumbres. Por un lado, la colocación de la Virgen del Mallo en la cima del Pisón y por otro, la de la Virgen del Pilar en la cumbre del Aneto. Ambas vírgenes tuvieron destinos poco propicios en las cimas. La del Mallo ya no está en su ubicación, quedando únicamente su pedestal. Desconozco qué le pudo pasar; quizás un rayo, quizás una pedrada bien dada… el caso es que en la cima no está. De la del Aneto hay información aquí.

En todo caso, la Virgen del Mallo que desapareció no era tampoco la primera que se colocaba. Para la entronización de la Virgen del Mallo en el Pisón se montaron mil comedias y se reclutó a lo más granado de la elite de la escalada del momento. Miguel Vidal da datos confusos sobre los escaladores que participaron en aquella acción; por un lado afirma que fue en 1954, pero por otro sitúa en dicha entronización a Manuel Bescós –que había muerto un año antes- y a Ernesto Navarro que, hasta 1957 no realizó su primera escalada. Investigando un poco he visto que, realmente, la entronización se realizó el 10 de junio de 1962 y no en 1954. El Bescós que afirma Vidal que colaboró en la subida de la Virgen sería evidentemente José Antonio y no Manuel.

Los materiales se pasaban desde el Macizo hasta el Pisón por unas cuerdas instaladas entre los dos mallos, una especie de teleférico hecho con un saco en el que Rabadá quiso transportar a Navarro, e incluso Cintero llegó a instalar un teléfono, siempre según los datos relatados por Vidal. Fueron Mustienes y Rabadá los encargados de subir la Virgen desde el suelo por la Pany-Haus, colocando unos espejos en la cima rodeando a la Virgen para que iluminara con el reflejo del sol.

Todavía hay quien recuerda las juergas que se montaban en la cima del Pisón cada primer domingo de junio, cuando se subían flores a la Virgen y se aprovechaba para lanzar potentes cohetes y petardos. Alguna vez llegaron a disparar con los cohetes (desconozco si dieron en el blanco) a otros escaladores que habían subido a la desaparecida cruz del Firé y en otra ocasión, desfasó tanto la fiesta que se llegó a originar algún incendio en la misma cima del Pisón que duró varias horas.

La primera imagen, esculpida en piedra, pesaba unos 18 kilos. Algunos años después, debido al penoso estado que presentaba al haber sufrido las inclemencias del tiempo pero sobre todo por las deposiciones de los buitres, se decidió bajarla, restaurarla y hacer una réplica en bronce que se volvió a colocar en la cima del Pisón esta vez no por escalada sino por el exitoso método del teleférico desde el Macizo -subida hasta ahí en burro, ya que la réplica de bronce pesaba 33 kilos- que sirvió para transportar los materiales del soporte.

Edito (mar'11): Una vez más, Javier Urcina me vuelve a echar un capote con buenos datos. La segunda imagen fue fundida en fundiciones Tolsi de la calle Pirineos de barrio de la Paz con un modelo hecho por el escultor Rallo a imagen y semejanza de la anterior que se conserva en Montañeros. Se colocó en 1976 o 77. Después de que alguien la escondiera por la cima se recolocó otra vez y después alguien la hizo volar desde la cima y fue recogida con varias partes rotas. Ahora esta a salvo recogida en el jardín de un buen escalador.

Actualmente en la cumbre del Pisón no queda más que el pedestal de piedra que construyeron los escaladores alrededor del mástil metálico que colocó Miguel Vidal. La Virgen del Mallo original se mantiene a resguardo en la iglesia del pueblo protegiendo a casas y ganado; mientras los escaladores seguiremos confiando la protección a nosotros mismos.



Las fotos en blanco y negro están extraidas del libro Rabadá y Navarro de Editorial Barrabés y del anuario nº36 de Montañeros de Aragón. La de la Virgen del Mallo en color de la página web www.romanicoaragones.com

4 comentarios:

  1. Me da a mi que el que está en la foto del Pisón subido en el pedestal tiene poco de virgen......

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  2. Sí, teniendo en cuenta que el Peter va a ser papá en unos meses, se le supone poca virginidad.
    Ya se le suponía poca antes, pero ahora ya no hay duda. :-D

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  3. Javier Urcina Muñio6 de marzo de 2011, 20:22

    La segunda imagen fue fundida en fundiciones Tolsi de la calle Pirineos de barrio de la Paz con un modelo hecho por el escultor Rallo a imajen y semejanza de la anterior que se conserva en Montañeros,se coloco en 1976 o 77.Despues de que alguien la escondiera por la cima se recoloco otra vez y despues alguien la hizo volar desde la cima y fue recogida con varias partes rotas.Ahora esta a salvo recogida en el jardin de un buen escalador.-

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  4. Mi padre me ha contado mas de una vez el incendio de las encinas de la cima....fue un cochete que salio " bufo" no llego lejos y prendio una....me temo que liquido llevaban...pero agua poca.. segun las palabras de mi padre fue un rapel muy rapido el primero para la bajada....entonces una de las encinas era la que sujetaba la cuerda...era mucho mas facil de recupar de la sabina que usando medios artificiales..y mas caros jjjjj.
    Dice que eran unos 8 o 10 los que estaba alli.

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