La cueva de san Climén o san Clemente, es una enorme abertura en la pared de la que la parte superior quedó a la vista de todos hace ya bastantes años con el trazado de la actual carretera que sube desde el llano. Esta cueva apenas tiene algo de interés espeleológico para los que no somos muy duchos en estas lides, ya que para progresar cueva adentro son necesarias técnicas de espeleobuceo. Así pues, para los que de espeleo poco y de buceo nada, nos conformaremos con visitar este curioso punto de dos maneras diferentes.
Una opción es llegar a la parte baja de la cueva y darnos por satisfechos con internarnos en esta gran abertura que comentaba antes, pero otra opción más interesante y complementaria con la primera, es recorrer el pasamanos equipado con cable que por la parte derecha va ganando altura, internándose en las profundidades hasta llegar a la salida de la cascada de unos 25 metros que se forma en días de lluvia. Con las cuerdas adecuadas, podemos realizar un rápel bastante espectacular.
Contemplar el caudal que puede alcanzar esta cascada es algo sobrecogedor y difícil de explicar si no se ha visto antes. La razón de la fuerza de este caudal está en los conductos subterráneos que drenan todo el macizo en el que esta cueva se asienta y que tienen la salida en este lugar. Aunque lo veamos seco, se puede ver la fuerza del agua en el arrastre de piedras hasta el río Isuela en la salida de la cueva.
El nombre de la cueva no es casual. La hagiografía de san Clemente nos cuenta que este santo fue condenado por los romanos a trabajar en las minas, donde la necesidad de agua de los esclavos era grande. Para aliviar la sed de los condenados, san Clemente golpeo la pared de la mina logrando al instante que manara agua limpia y potable. La relación de cueva-mina y agua está clara.
Pero no sólo de historias cristianas se nutre esta cueva. En tiempos de trashumancia, cuando los ganaderos del pirineo bajaban a las reses a la tierra plana para huir de los rigores invernales, era costumbre gastar la novatada a los más jóvenes al pasar por la cueva de san Climén. Durante el viaje de bajada, los pastores veteranos advertían a los jóvenes de la existencia del gigante Fotronero en las inmediaciones de Arguis donde había que pagar "la manta", una especie de impuesto revolucionario para que el gigante no atacara. Si alguno de los jóvenes se negaba a pagar este extorsivo peaje al llegar a la boca de la cueva se oía al gigante -evidentemente, interpretado por alguno de los veteranos- amenazar al incauto novato por no haberle pagado. El eco de la ronca voz producido en la cueva y rebotando en el congosto del Isuela debía de provocar el pavor en los incautos novatos que accedían a pagar lo que fuera por no tener que verse las caras con el Fotronero.
"Ixe mozé, que no me ha quiesto pagar! Trai-me-lo! Y entre ro estrapaluzio que feban as esquillas, os gritazos que feba ixe mesache... to resonaba en ixos cañons que ai antis de plegar enta ro molino d'Arguis, d'un tozal enta ros otros. Y yera cuan o zagal, acotolau de zerina, clamaba à ro mairal y le dizeba: -Tome, tome, cuánto ye ro de ra manta?" Extracto de O Tíon, de Felis Gil del Cacho.
"Ixe mozé, que no me ha quiesto pagar! Trai-me-lo! Y entre ro estrapaluzio que feban as esquillas, os gritazos que feba ixe mesache... to resonaba en ixos cañons que ai antis de plegar enta ro molino d'Arguis, d'un tozal enta ros otros. Y yera cuan o zagal, acotolau de zerina, clamaba à ro mairal y le dizeba: -Tome, tome, cuánto ye ro de ra manta?" Extracto de O Tíon, de Felis Gil del Cacho.
Tío, quita la tilde de Argüís. No me seas almendrón!!!!
ResponderEliminarjajajaja
Hola, ¿podrías ayudarme por favor? estoy buscando más información acerca de la historia de O Fotronero y la cueva San Climén. Si conoces alguna fuente de información u referencia a tal, te agradecería mucho que guiases un poco, muchas gracias. Luisa
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