Con la amplísima experiencia que me da haberlo montado una sola vez, recomiendo ponerlo a la altura adecuada o tensarlo con dos cojones si el que se va a poner encima de la cinta pesa más de 100 kilos. Básicamente, por el hecho de que a partir de cierto peso si no se coloca a una mínima distancia del suelo, la cinta no está ya en el aire y el equilibrista no hace honor al nombre.
En esta foto, cedida amablemente por Cheba, observamos a Tente ante el natural descojono de su señora viendo como el peso puede ser una ventaja para no caerte en un invento de estos.
Y aquí la descripción del aparato en cuestión:
Qué bueno.
ResponderEliminarEncima se agarra al árbol!!
Mítico momento.
ResponderEliminar¿Qué sería de la montaña sin estas cosicas???. Alegrías sin fin a cargo de la gorda y la sorda de los huevos...
Ojo a lo de tensar la slackline con dos cojones: pon a un maño y a un fato tensando con pitera entre dos pinos y conseguirás lo que no logran trece camioneros romaníes: reventar el invento. Requiescat in pacem.
Bueno, total, pa lo que le costó...