Mucho se ha estado discutiendo estas semanas atrás sobre la difícil convivencia entre aves y escaladores. Compartir medio es lo que tiene, que surgen conflictos con tus vecinos ¿A quién le molesta la forma de ser de, por poner un ejemplo, los malgaches? Pues a nadie que viva a más de 4000 kilómetros de Madagascar, es obvio. Lo evidente de esta situación es que las aves no caen mal a nadie y por eso, ante un conflicto escaladores/pajarracos siempre vamos a llevar las de perder. Es más fácil que el señor Eusebio odie al escalador que caga en su campo a pie de vía -y de paso le roba unos melones- que al buitre que se da una vuelta por ahí de vez en cuando. Así que más vale empeñarse en caer bien.
El caso es que como yo no voy a aportar nada interesante al tema de la convivencia escaladores-pajarillos voy a poner algún dato que me viene a la memoria de historias de personas y avechuchos. Hasta hace unas décadas el ser humano no se ha esforzado demasiado en la conservación del buitre, más bien todo lo contrario. Iba a comentar la escena de Conan el Bárbaro, interpretado por Arnold Schwarzenegger en la que es capaz de, estando crucificado, matar a mordiscos al buitre que espera para devorarle... pero no hace falta recurrir a las películas para hablar de buitres y bárbaros.
Tradicionalmente, los buitres no han sido bien vistos. Las leyendas y la historia se mezclan dejando a los buitres en bastante mal lugar. Colonias de buitres que siguen a los ejércitos previendo una carnicería, niños raptados por buitres… incluso en la antigua Grecia la muerte de Esquilo se achacó a los buitres. Esquilo, no sólo se dedicó al teatro; en su currículo guerrero figuran hechos tan memorables como luchar contra los persas en las batallas de Maratón, Salamina y Platea. Sin embargo, no murió en la guerra. Se encontró con la muerte cuando un quebrantahuesos decidió soltar sobre la cabeza del dramaturgo griego la tortuga que iba a comerse.
El caso es que como yo no voy a aportar nada interesante al tema de la convivencia escaladores-pajarillos voy a poner algún dato que me viene a la memoria de historias de personas y avechuchos. Hasta hace unas décadas el ser humano no se ha esforzado demasiado en la conservación del buitre, más bien todo lo contrario. Iba a comentar la escena de Conan el Bárbaro, interpretado por Arnold Schwarzenegger en la que es capaz de, estando crucificado, matar a mordiscos al buitre que espera para devorarle... pero no hace falta recurrir a las películas para hablar de buitres y bárbaros.
Tradicionalmente, los buitres no han sido bien vistos. Las leyendas y la historia se mezclan dejando a los buitres en bastante mal lugar. Colonias de buitres que siguen a los ejércitos previendo una carnicería, niños raptados por buitres… incluso en la antigua Grecia la muerte de Esquilo se achacó a los buitres. Esquilo, no sólo se dedicó al teatro; en su currículo guerrero figuran hechos tan memorables como luchar contra los persas en las batallas de Maratón, Salamina y Platea. Sin embargo, no murió en la guerra. Se encontró con la muerte cuando un quebrantahuesos decidió soltar sobre la cabeza del dramaturgo griego la tortuga que iba a comerse.
Hoy en día, las noticias de ataques de buitres a ganado vivo caen como un incesante goteo. Los biólogos dicen que es imposible, estos animales no están preparados para el ataque pero los ganaderos siguen exigiendo indemnizaciones.
Sea cierto o no lo de los ataques, la verdad es que la población de estos animales se ha incrementado muchísimo y el alimento no se encuentra tan fácilmente, por lo que han tenido que emigrar a zonas de donde habían desaparecido. No sé si entramos ya técnicamente en superpoblación, pero comenta algún amigo que cuando vienen los buitres tapan la luz del sol y no le falta razón. Hemos pasado del exterminio institucionalizado de hace unos años a la protección a ultranza de los buitres, convirtiendo a estos animales en tan dependientes del homo sapiens como un canario en una jaula.
El problema de convivencia no es nuevo, viene de bastante lejos. La relación con los buitres ahora es más cordial, pero leo en la primera edición (enero de 1954) de Cara a la montaña, de Agustín Faus cómo trataban algunos montañeros de antes de la guerra a estos carroñeros. Uno de los capítulos me ha dejado de piedra. El título es “Buitres en la Pedriza” y relata las historias que les cuentan montañeros veteranos a los jóvenes. La síntesis de las tres historias relatadas en este capítulo es la siguiente:
Primera historia: polluelo de buitre comprado a un pastor al que se le encierra en una habitación de una casa sólo por la diversión de tener un buitre. Cuando el polluelo se hace grande no hay quien se atreva a entrar en la habitación, de manera que se le deja confinado hasta que muere de hambre y sed.
Segunda historia: Montañeros que escalan a las Buitreras para colocarle un cencerro a un polluelo. Consiguen su objetivo, pero no vuelven a saber nada del buitre ni del cencerro. Dudan si el buitre logró quitárselo o por el peso en el cuello se despeñó cuando intentó volar por primera vez.
Por lo que descubro por otros lados, esto no es demasiado extraño. Ya Ángel Serón contaba la historia de ver volar un buitre con cencerro y hace bien poco en la página de Iberianature denunciaban la misma escena.
Tercera historia: Intento de embalsamar a un buitre. Ponen un cebo, acuden los buitres, apalean a uno hasta matarlo y cuando lo llevan al embalsamador les quiere cobrar 450 pesetas “de las de antes de la guerra” abandonan el cadáver en las obras de Recoletos.
Yo, que he sido educado en la ciudad y mi infancia y juventud se han desarrollado en el último cuarto de siglo XX, esperaba una moraleja o un final ejemplarizante a este capítulo, pero no; termina tal cual. Iba a incluir alguna opinión o moraleja personal, pero no tengo una conclusión reputada para que me lleve a afirmar si es sostenible o no la convivencia y en caso negativo qué es lo que sobra en las paredes, si bichos o humanos.
Edito: el primer comentario ya me lo esperaba. Cheba, que de esto de los pájaros entiende un rato, hace una reflexión bastante buena. Mi conocimiento de los pájaros se reduce a dividirlos en gorriones y "no gorriones" así que ahora que hablamos de no gorriones, copio el comentario del experto:
Hombre, yo creo que actualmente los problemas de convivencia entre bípedos y plumíferos no vienen a través del buitre leonado sino de otras especies más sensibles como el águila real, águila perdicera, halcón peregrino, alimoche y quebrantahuesos.Las políticas conservacionistas son bastante arbitrarias.
Por ejemplo, al buitre leonado se le mató de hambre, luego se pusieron comederos, luego llegaron las vacas locas y cierre de comederos y actualmente hay una cierta sobrepoblación en algunos sitios.
Otro ejemplo, el cernícalo primilla: se hace un plan especial de protección y luego se planea Gran Scala ¿Alguien lo entiende?
Otro ejemplo: se destina una buena cantidad de pasta a la Fundación del Quebrantahuesos (lo cual está muy bien) sino fuera porque a otras especies amenazadas como el urogallo no se le hace ni puto caso.
Más "desordenes avícolas": a nadie le extraña ver colonias de cotorras argentinas en la tropical Zaragoza y a nadie le extraña ver torcaces anidando en cada parque, colonias de tórtolas turcas cuando hace años eran una rareza, ver cada vez más milanos reales, ver sobrepoblaciones de cigüeñas en Monegros que se han hecho residentes y con nidos de VPO, etc.
O sea, que se advierten diferentes desórdenes. Hace mucho más daño el monocultivo y los regadíos en zonas de secano a la avifauna que la actividad escalatoria, pero tenemos que hacer autocrítica, porque el escalador común es ave rapaz y no discrimina. Le suele dar igual todo.
Por ejemplo, el otro día en un sector concurrido de escalada deportiva, a alguien se le cayó una botella de agua rodando y salió un buhó real de su escondite. Yo flipé porque era la segunda vez que veía un búho real en libertad. Los comentarios del personal no fueron "¡ostras, un búho!" "¡Qué bonito bicho!", etc.
Los comentarios fueron más o menos: "¡Tú no has visto nada!" "Eso era una gallina" "Ave que vuela a la cazuela", etc.Y como decía mi vecina, hombre... eso tampoco es.
28 de octubre de 2008 12:22
"Buitre no come alpiste" es el título de una canción de Extremoduro. No tiene nada que ver con el contenido de este artículo, que como habréis visto es un batiburrillo sin pies ni cabeza, así que para seguir dando poco sentido a esto, lo he incluído como título del post.
Hombre, yo creo que actualmente los problemas de convivencia entre bípedos y plumíferos no vienen a través del buitre leonado sino de otras especies más sensibles como el águila real, águila perdicera, halcón peregrino, alimoche y quebrantahuesos.
ResponderEliminarLas políticas conservacionistas son bastante arbitrarias. Por ejemplo, al buitre leonado se le mató de hambre, luego se pusieron comederos, luego llegaron las vacas locas y cierre de comederos y actualmente hay una cierta sobrepoblación en algunos sitios.
Otro ejemplo, el cernícalo primilla: se hace un plan especial de protección y luego se planea Gran Scala ¿Alguien lo entiende?
Otro ejemplo: se destina una buena cantidad de pasta a la Fundación del Quebrantahuesos (lo cual está muy bien) sino fuera porque a otras especies amenazadas como el urogallo no se le hace ni puto caso.
Más "desordenes avícolas": a nadie le extraña ver colonias de cotorras argentinas en la tropical Zaragoza y a nadie le extraña ver torcaces anidando en cada parque, colonias de tórtolas turcas cuando hace años eran una rareza, ver cada vez más milanos reales, ver sobrepoblaciones de cigüeñas en Monegros que se han hecho residentes y con nidos de VPO, etc.
O sea, que se advierten diferentes desórdenes. Hace mucho más daño el monocultivo y los regadíos en zonas de secano a la avifauna que la actividad escalatoria, pero tenemos que hacer autocrítica, porque el escalador común es ave rapaz y no discrimina. Le suele dar igual todo. Por ejemplo, el otro día en un sector concurrido de escalada deportiva, a alguien se le cayó una botella de agua rodando y salió un buhó real de su escondite. Yo flipé porque era la segunda vez que veía un búho real en libertad. Los comentarios del personal no fueron "¡ostras, un búho!" "¡Qué bonito bicho!", etc.
Los comentarios fueron más o menos: "¡Tú no has visto nada!" "Eso era una gallina" "Ave que vuela a la cazuela", etc.
Y como decía mi vecina, hombre... eso tampoco es.
Ya sabía yo que ibas a entrar al trapo con los avechuchos ;-D
ResponderEliminarMuy interesante tu aportación como era de esperar. Copio tu comentario en el post.
Hombre, experto, experto... déjalo en motivao namás.
ResponderEliminarHay algún otro experto mejor. Pongo un enlace:
http://www.seo.org/media/docs/Aves%20y%20Escalada_Diario%20Equipo.pdf
Y otro de SEO/Birdlife, por si a alguien le apetece colaborar con la causa:
http://www.seo.org/
Yo estuve un tiempo apuntado, pero me motiva más ver los bichos de tú a tú, desde alguna reunión a mitad de tapia que en plan voyeur, desde un hide a la orilla de la charca :-)