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Lo primero, la montaña

Equipamientos, reequipamientos, desequipamientos, restauraciones.

¿Desequipamientos? ¿Sobreequipamientos?
El polémico tema de los reequipamientos o desesquipamientos no es nuevo, basta revisar viejas revistas o publicaciones para comprobar que siempre se encuentra un punto de enfrentamiento y discusión sobre el itinerario de una nueva vía que aprovecha una antigua, la cantidad de material emplazado, el material que se retira, si se equipa por arriba, si se abre desde abajo tras una preparación de la vía... El asunto de la discusión, como decía, no es nada nuevo; más bien es viejo y recurrente, pero por una razón o por otra nunca deja de estar de moda. Sin embargo, es una evidencia que los parabolts (o "plagabolts", según se puede leer por algún sitio) atraen a la gente. Lo único que pretendo con este artículo es mostrar mi opinión en la que el cómo subir es más importante que el hecho de subir y recopilar ciertas actuaciones que se han producido en los mallos.

1964. Primer desequipamiento en Riglos
Antes de nada, expondré aquí a grandes rasgos un criterio sobre equipamientos que me enseñaron cuando empecé a escalar y que lo considero como el más adecuado. En fin, no es nada nuevo, basta leer la Declaración del Tirol de Buenas Prácticas en Deportes de Montaña. Se parte de la base que los aperturistas (o equipadores, en su caso) dotan a la vía de un estilo o una personalidad que se debe de respetar. El itinerario y el equipamiento fijo forma parte de esa personalidad de la vía; es decir, hay quien considera las expansiones como un recurso poco ético y quien lo ve como algo necesario y sin ninguna connotación peyorativa para la calidad de la vía. No entro a valorar qué es mejor, simplemente quiero decir que, en términos muy generales y hablando de aperturas, la cantidad de buriles / spits / parabolts emplazados nos dan información sobre las capacidades de los aperturistas y/o sobre su concepción ética de la escalada. Insisto; hay mil excepciones, aquí sólo hablo en términos generales.
En equipamientos desde arriba, la cosa cambia. El equipador no se la ha querido jugar, cosa criticable pero entendible, y decide dejar la vía preparada dejando los seguros en el mejor lugar posible para su posterior encadenamiento. Es otra manera de hacerlo, muy criticada hace años, pero hoy en día se ha convertido en la más habitual y recomendable para vías de escalada deportiva.

Quizás haga falta una restauración
El problema surge al intentar conjugar los dos estilos, tradicional y deportivo, en una misma vía. Si una vía ha sido abierta en el estilo tradicional, lo normal el que se siga respetando ese estilo de escalada y equipamiento, no siendo óbice para que si un seguro deja de hacer honor a su nombre (deja de ser seguro) sea sustituido por uno que sí que cumpla la función ¿Cuántos cordinos raídos hemos mosquetoneado, cuántos buriles oxidados hemos chapado, de cuántos clavos a punto de salirse hemos rapelado? No veo por ninguna parte el conflicto moral de cambiar una driza de varias décadas de solera por un anillo de dyneema. Con esto no quiero justificar una barra libre a la sustitución de anclajes, más bien al contrario. El compromiso -y relacionado a él, la exposición- es un factor inherente a la escalada tradicional en mayor o menor medida y así se debería mantener, pero es una pena comprobar como magníficas escaladas clásicas se convierten en auténticas cutre-vías por no tener un mínimo de "mantenimiento". Igualmente, habría que ser muy respetuoso a la hora de abrir itinerarios deportivos en las proximidades de vías para escalada tradicional, ya que haciéndolo así, eliminamos toda posibilidad de compromiso.

Por otra parte, nos estamos acostumbrando demasiado a comprobar como blandiendo el argumento de la seguridad, se destrozan vías clásicas sin el menor pudor. Todos queremos salir vivos de una vía, eso está claro, pero debemos ser humildes y reconocer que, si no podemos realizar una escalada sin que afecte a nuestra integridad física, lo mejor será no meternos en ella. Una vía no es propiedad del aperturista, pero se entiende que, por respeto y por la autoridad moral que representa, debería de contarse con su aprobación al acometer modificaciones sustanciales. También sucede que por incapacidad o por necesidad algunos escaladores han precisado añadir seguros adicionales a los ya encontrados. Puede ser entendible cuando las circunstancias nos han superado, pero adaptar ex profeso una vía a nuestras capacidades (sobreequipamiento) y no nuestras capacidades a la vía (entrenamiento y experiencia) no deja de ser un chapucero atajo que nos convierte en escaladores especializados de vías mediocrizadas. No nos confundamos; no existe ningún derecho universal que legitime una escalada 100% segura a base de sobreequipamiento y si ese derecho existiera entraría en confrontación con el legítimo derecho de un escalador de querer escalar esa vía con el mismo compromiso que en la apertura.

No todo genera polémica. Hay actuaciones que se han realizado con un amplio consenso y aceptación como las restauraciones del Espolón Arrabal, la Norte del Puro, la Cintero, la Bixente Inuxente, la Ursi... pero en otros casos no todo el mundo ha estado de acuerdo.
Edito (ene'11): "Arnaldos" puntualiza muy acertadamente este párrafo con una interesante entrada en su blog Retroroc. "No puedo opinar sobre algo que desconozco, y lo cierto es que no he escalado estas vías después de su reequipamiento, pero dudo mucho que ninguna de ellas mantenga nada parecido a su carácter original. No entiendo entonces el porqué de ese consenso y aceptación tan generalizados...bueno, sí que lo entiendo...". No dejéis de leerlo.

Recomiendo igualmente el artículo Escalada de opiniones de Armand Ballart en su blog Teràpia Vertical sobre este mismo asunto. Empieza así: "Por norma general, las paredes y sus itinerarios de escalada, son un patrimonio de dominio público que hay que cuidar y respetar, de lo contrario perdemos todo  su carácter. Antaño, sólo los escaladores experimentados llegaban al oficio de aperturista. Ahora, cualquiera que sepa manejar un taladro, puede recrearse por la vertical dejando su huella para la posteridad. Hasta aquí todo correcto, cada uno tiene la libertad de hacer lo que le parezca, siempre y cuando no distorsione el talante de un lugar. Existe una ética en la atmósfera, algunos la sintonizan, otros no. Es la gracia de la afición de subirse por las paredes, hacerlo con ilusión, respeto y unas mínimas reglas de educación".
  • El caso de la via ferrata del Firé. "Ferratización" y silencio 
El histórico paso de la vía, convertido en ferrata
¿Hasta dónde se puede justificar un sobreequipamiento? Aquel que justifica que se añadan algunas chapas de más quizás tampoco vea mal cuando el equipamiento se nos va de las manos. Hoy en día, desde el Jardincillo hasta la punta No importa, una desmesurada (¿cuál no lo es cuando pisa una clásica?) ferrata asegura los pasos y los destrepes de quien quiera pasar por ahí. Ojo a la gravedad del asunto: se trata de la primera vía de Riglos, abierta nada más y nada menos que por Jean Arlaud 75 años antes en el Firé, el mallo más representativo de la escalada tradicional, en el que sólo una vía se ha abierto desde arriba, y se equipa con cable con no sé muy bien qué justificación. Incluso el bellísimo paso de la vía (esto ya no es de Arlaud) que bordea la punta Mateo en una impresionante y aérea travesía ha sido ferrateada, impidiendo la escalada a quien quiera hacerlo ¿No es eso una terrible iniquidad ante la historia de esa vía?
Edito (mar'11): Publico aquí el comentario de Felipe Guinda:
La semana pasada, aprovechando una ascensión al Fire, retiré todo el material de la ferrata del Fire, quedando exactamente como estaba anteriormente. El material no es mío, por lo que espero a que sus propietarios me hagan saber dónde lo dejo. Si no, lo dejaré dentro de un tiempo en el refugio.
No busco polémica alguna, simplemente informar de un hecho.

¿Exceso de seguridad o falta de ética?
Intentaré no repetirme en exceso. Una vía clásica, caída en el olvido y que, de la noche a la mañana, es sobreequipada y rectificada en su itinerario original. Apenas se producen unos pocos lamentos, manos a la cabeza y búsqueda de respuestas que no llegan, pero a la hora de la verdad, se convierte en una vía en la que ningún fin de semana falta una cordada que la recorra, Desnivel le dedica un artículo a la "Nueva José Antonio Sanz" y multitud de piadas en blogs y foros constatan que 40 años después, se pone de moda gracias al equipamiento. Es un hecho: los parabolts atraen al escalador.

  • El caso de la Directa a la Visera. Sobreequipamiento sin permiso de los aperturistas, polémica y restauración.
Vía clásica. Abierta de un modo muy difícil y expuesto en condiciones invernales absolutamente duras. En toda la vía sólo quedaron tras la apertura 48 buriles de 2.5cm de longitud, bastantes de ellos colocados en el último largo en unas condiciones dificilísimas: "Abrir el último largo de la Visera me resultó difícil. Fue algo malabarístico. Evité por todos los medios recurrir al buril. Cuando llegué al vértice del extraplomo era de noche y la roca estaba mojada por la lluvia. Escalé a oscuras. Mis botas eran de suela muy rígida y sin goma cocida. Era lo que había." Tras la apertura, Antonio Gómez Bohórquez "Sevi" se manifiesta en contra de añadir más equipamiento con estas palabras "Esperamos que aquellos que quieran repetir la vía tengan la suficiente mentalidad alpinística para no añadir más buriles. De esta forma, la Directa a la Visera no se desvalorizará y podremos contar en España con otra ruta de gran belleza y dificultad". A pesar de esto, 30 años después, la vía se equipa "para hacer en deportiva" y consecuentemente los escaladores comienzan a acudir de manera muchísimo más frecuente que antes. Dos años después, los aperturistas aprueban la restauración de la vía de la que, por ahora, no existe más información.

  • El caso de la Serón-Millán al Pisón. Medio reequipamiento sin polémica. Posterior restauración completa con permiso de un aperturista; otro se manifiesta posteriormente en contra.
¿Era mejor dejar esto así para siempre?
Lo vivo en primera persona porque la idea de la restauración nació de mí. Me entristecía comprobar como, desde el reequipamiento de la parte superior, la inferior estaba condenada a olvidarse ya que todas las aguerridas cordadas que intentan subir desde el suelo se bajan en la primera reunión. Queremos hacerlo todo de manera ultracorrecta: pedimos permiso a Ángel López "Cintero" -el promotor de la apertura- que nos lo concede, entramos desde abajo, sustituimos buril por parabolt (y no siempre), sustituimos cordinos viejos por nuevos y no añadimos más expansiones. Durante dos meses no hago otra cosa que trabajar en esta vía, paso más miedo que siete viejas y, al final, la vía queda restaurada: mantiene la exposición y dificultad que nos encontramos escalándola desde abajo, pero por lo menos ahora los seguros sirven para algo. Y entonces aparece un comentario de Pepe Díaz en el anuario de Montañeros de Aragón diciendo que a él nadie le preguntó y que ya basta de vías de deportiva. Se me cae el alma a los pies. Cada cual es libre de protestar sobre lo que le parezca, pero en ese momento me pregunto qué es lo que entiende Pepe Díaz por "deportiva" y dónde están sus comentarios en contra del los equipamientos (éstos sí "deportivos") de vías en las que él también participó en la apertura como la Sureste de la Aguja Roja o de la Oeste del Cored o, qué coño, de la parte superior de la Serón-Millán. Dudo si su negativa viene dada por restaurar la parte de abajo, cosa que no tendría sentido ya que tendría que haber protestado igual por la parte superior, o por haber supuesto por nuestra parte que al obtener el permiso de Cintero también recibíamos implícitamente el suyo.

  • Varios casos de vías abiertas en estilo tradicional y reequipadas en modo deportivo por los mismos aperturistas.
Son múltiples y no quiero entrar en demasiados detalles; algunas gustan, otras no. En unas vías los reequipamientos se realizan inmediatamente tras la apertura, es el reciente caso de El abuelo Roger al Fire, y en otros pueden pasar bastantes años hasta que florecen los parabolts, como sucedió con la Torrijos a la Visera. Tampoco tengo una opinión formada al respecto de estas actuaciones. Sólo enlazaré un interesante artículo del blog Retroroc llamado La ética elástica que puede dar que pensar a más de uno. Por cierto, la presentación del blog es gloriosa, una pena que no se me ocurriera a mí antes para el mío: "Encontrarás información de todo lo que no te interesa. Fotos pasadas de moda, vídeos de mala calidad y reseñas de vías antiguas que no quieres hacer." Magnífico.
Precariedad en la cima del Puro

  • Varios casos de vías clásicas en proceso de miseria por desidia y cutrez de los escaladores. Indiferencia de los escaladores ante seguros ruinosos, robo de material.
Cima del Puro, asegurada por los mismos tres féretros desde hace la tira de años. Subo el 4 de enero de 2011, tras casi dos años sin pisar esa cima y me encuentro con que un clavo se ha salido, otro se mueve peligrosamente y un tercero está bien fijado, pero asoma cuatro dedos, ignorando qué porción de féretro sigue clavada. Mando mail a la FAM para dar aviso, publico una entrada en los Caracoles y de modo privado algunos conocidos me informan de que eso lleva ya un tiempo así. Me quedo de piedra ¿Ya se sabía y nadie ha avisado a nadie? De la FAM todavía no he obtenido respuesta.
Edito 19ene11: Por cauces extraoficiales, me entero de que ya se está trabajando en ello.
Edito 15mar11: Sin embargo, en este enlace la realidad demuestra que todavía no se ha hecho nada. 
Edito 18abr11: Jonbaine en los comentarios, confirma que el estado de la reunión sigue siendo el mismo que denuncio aquí. "Ayer (domingo 17 de Abril) repetimos la normal al puro y pudimos comprobar cómo sigue la misma situación que aparece en las fotos.
Y pude apreciar con terror como los segundos de otras cordadas colgaban como chorizos en este último largo."
Edito 21ene12: La cosa sigue igual. Más comentarios: "La última semana de diciembre del 2011 la reu del Puro seguía igual, y la verdad es que da un poco yuyu cuando el compa te dice que va petao y se va colgando constantemente".


Mezquindad en la Galletas
Chimenea de la Galletas. Pequeñas drizas que marcan la existencia de puentes de roca para que aquel que las escale, las vea rápido y pueda enhebrar su puente de roca. La última vez que la escalé, vi que alguien había dejado sus cordinos enhebrados para provecho de las siguientes cordadas. Así fue. Alguna de las siguientes cordadas sacó verdadero provecho y fue tan mezquina como para llevarse medio metro de cordino en cada puente de roca como botín de guerra. Al menos, dejó las drizas.
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