Sin embargo, aunque de Roldán tengo mucho que contar, hoy me voy a centrar en las leyendas de las peñas que forman el salto. A diferencia de otros lugares de Aragón donde salto siempre significa "cascada" (Pich, Carpín, Sallent, Pozo del Salto, el Saldo d'Escarra...) en este caso "salto" hace exclusivamente referencia a la primera acepción del diccionario de la RAE, explicación ya dada en el artículo al que hacía referencia.
El caso es que estas peñas esconden alguna curiosa leyenda. Una de ellas, no es tanto leyenda como la manifestación de una imaginación portentosa -bastante habitual en esta zona, por otra parte, como demostraré en un futuro artículo-. Llegando a Huesca desde la carretera de
No sólo los gigantes moran esta zona. Los malos espíritus se dejaban caer por los alrededores después de las tormentas, dejando las huellas de sus pezuñas en los senderos. Esto nos lo comenta Lucien Briet en los testimonios que recogió en uno de sus viajes por la zona. Uno de los espíritus más conocidos recibía el nombre de Patetas y si sus huellas eran recientes, incluso se
También las brujas tuvieron su protagonismo; estas hechiceras de los alrededores tenían costumbre de juntarse el día de la Pascua de Resurrección en la Peña de San Miguel para preparar sus fechorías, lo que causó durante una época bastante revuelo en la redolada y llevó a la persecución de varias de ellas y su bautismo obligatorio. En Belsué, Lúsera, Puibolea y otras poblaciones eran bastante conocidas sus historias, siendo recordadas durante mucho tiempo incluso por su nombre. Desconozco si, aparte del bautismo obligatorio, aconteció también algún ajusticiamiento que derivara en pena capital. Lo que es conocido es que una bruja -de nombre Isabel- murió despeñada en este lugar mientras recogía hierbas para sus hechizos.
Fuera de lo que es la leyenda, la Peña de San Miguel aloja los restos de una ermita románica de la que da buena explicación A. García Omedes en su página sobre el Románico Aragonés.
Para llegar a la cima de esta peña es necesario, al igual que en la peña de Amán terminar
En esta repisa terminaron una arriesgada escalada Jesús Vallés y Jesús Bernal de la que, por ahora, no tengo más datos que los que uno de los aperturistas me ha comentado y que copio aquí:
Hace como mil años abrimos una vía en la cara sur de la peña San Miguel, más que nada por no acabar de subir la cuesta, ya que bajamos al río como los jabalines y dimos la vuelta a la peña; subimos montando reuniones medio a pelo y con puntas de clavo y otros inventos para superar un sinfín de panzas. No sabría decirte por dónde va, ni siquiera las características de la tapia, lo único que recuerdo es que nos jugamos el tipo malamente y salimos a la cornisa que recorre la parte alta de puñetero milagro . Probablemente mi compañero de aquella aventura, Jesús Vallés,tendrá mejor memoria que yo y podrá aportar algún dato.
Jesús Bernal.
Y como iba diciendo al principio de este brainstorming que me ha salido sobre el salto que dio Roldán -o Rolando o Roland-, al final el caballero aterrizó sano y salvo y prosiguió su huída hacia Francia... que otro día contaré.