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Lo primero, la montaña

La Normal al Pisón (Riglos): reseña y croquis

La Normal al Pisón
El año 1946 fue clave en la conquista de los Mallos. Cuatro años después de que Mallafré coronara el Firé, las últimas puntas de este mallo que quedaban por conquistar -Mateo, No importa y Montolar- fueron por fin holladas; también se realiza el primer intento serio por conquistar la Peña Sola de Agüero, con un éxito más bien discreto.Pero no es por estos hechos por los que este año es importante en la historia de Riglos. La cordada formada los catalanes Panyella y Murguía y el aragonés Peiré, arriban a los Mallos aprovechando la Semana Santa y deciden conquistar el principal problema que quedaba por aquel entonces: el Pisón. Antes de eso, se dirigieron al Firé, abriendo una nueva vía a la punta de los Catalanes (actual punta Mallafré).Se mirase desde donde se mirase, con las técnicas de la época el mallo no ofrecía demasiadas posibilidades de conquista dada su aparente inexpugnabilidad. Solamente dos líneas de ataque aparecían medianamente definidas. Una profunda chimenea marcaba un perfecto límite entre la impresionante muralla y el macizo que lo separaba del resto de mallos, pero exigía empezar a escalar desde el suelo. Otra línea no tan evidente, pero sí más accesible, permitía llegar desde el macizo hasta la cumbre tras acceder rapelando desde los mallos contiguos.Ésa fue la vía elegida.

Los tres escaladores recorrieron la parte superior del macizo hasta llegar a la vertical de la canal del Clavijón, por donde destreparon con cuidado hasta que les fue imposible garantizar un descenso seguro. Desde ahí rapelaron unos 30 metros desde una sabina y aún tuvieron que montar otro rápel en un "pistolo de cantero" -de este anclaje proviene el nombre de canal del Clavijón-. Estos escaladores dejaron cuerdas fijas para el retorno, siendo este recorrido de ida y vuelta habitual durante las primeras repeticiones de la vía normal. Después de los rápeles, caminaron con cuidado por la faja superior (algún paso de II muy expuesto), por donde llegaron al collado donde comenzaron la escalada seria.

La olvidada ruta de descenso por la Canal del  Clavijón
En tres largos, Jordi Panyella, Francisco Peire y Alberto Murguía hicieron cima. La ruta seguida por ellos, conocida desde entonces como la Normal al Pisón (ver croquis), es actualmente repetida por casi todos los escaladores; El vuelo del buitre está muy bien equipada, es más directa y bastante más bonita, pero está expuesta a todo debido a que sigue prácticamente la misma línea de rápeles del descenso del Pisón y A la vejez, viruelas no tiene demasiados seguidores por el escaso equipamiento y su poca definición.

Escalador iniciando el segundo largo de la Normal
El 20 de abril de 1946 es la fecha exacta en la que estos escaladores consiguen hacer cima. A su llegada al pueblo, Justo Garasa felicitó a los escaladores -a pesar de que reconociera que hubiera preferido que hubieran sido todos aragoneses-, pero esta escalada accediendo desde las alturas del macizo no debió de convencer a Panyella, que aguardó apenas un par de meses para realizar lo que verdaderamente quería realizar, la escalada del Pisón desde el suelo por la profunda chimenea de la que antes hablábamos y que desde entonces llevaría su nombre: la Pany.

Transcribo también la reseña de la cuarta ascensión absoluta al mallo:
Cuarta ascensión al Mallo Pisón en Riglos
Cordada: Serón, Millán, Martí y Fau
Fecha: 15 de octubre de 1946
Salimos del pueblo a las ocho y media por el camino de Espinabla para coger la entrada del macizo, hasta dar con el primer obstáculo, donde dejamos una cuerda para facilitar el regreso. Bajamos por la chimenea de las enredaderas, hasta el clavijón, donde tendimos otro rápel hasta la faja que lleva a las crestas, pasándolas con una barandilla. Sobre las doce y media empezamos realmente con el Pisón, tomándolo de frente hasta la cornisa Roja, desde la cual continuamos hasta salir encima del pueblo; de allí un paso de hombros y, sin darnos cuenta, nos hallamos en la cima, desde donde saludamos al vecindario: eran las dos menos cuarto. Seguidamente, después de recoger las tarjetas de nuestros camaradas Vázquez y Cortés, iniciamos el descenso en dos rápeles que nos sitúan en la cresta, donde continuamos por la repisa que baja hasta la chimenea por la que habíamos descendido.
Este camino lo hacemos para evitar tener que dejarse el rápel como sucedió a las dos cordadas catalanas; pero que no se lo recomendamos a nadie, porque es hacerse dos Pisones, pues a las cuatro y media estábamos al pie de la chimenea y eran las siete y media cuando llegó el último arriba, por lo cual tuvimos que esperar a que saliese la luna para poder continuar.
La noche era tranquila y sin frío; unas jotas cantadas en una hoguera sirvieron para que en el pueblo no pasasen pena por nosotros. A las doce de la noche la luna nos alumbraba y ya pudimos continuar, pasando el último paso, situándonos fuera de todo peligro. A las tres de la mañana llegamos a casa de don Justo, que todo el que en su casa se hospede podrá comprobar su franqueza y hospitalidad acrisolada, como corresponde a un aragonés.
Enhorabuena a los que nos precedieron.

Llegando a la cima del Pisón por la Normal
Reseña de la Normal al Pisón:
La escalada comienza junto a un arbolillo bastante castigado en sus raices por el paso de los escaladores y el viento.
L1: V+/A0. Diagonal a la izquierda a través de unos nichos hasta un paso difícil (y poco elegante de realizar) asegurado con un parabolt, una pe expansiva y un puente de roca. Continuar un poco a la izquierda y por terreno fácil seguir subiendo hasta la reunión.
L2: IV. Salir por la cornisa a la derecha hasta situarnos debajo de un puente de roca equipado con cable que no se ve desde la reunión, pero está muy cerca. Superar fácilmente el paso y continuar hacia arriba hasta la gran "cornisa edílica", por la que caminamos (no hacen falta manos) bastantes metros hacia la izquierda hasta llegar a unas argollas de reunión demasiado separadas para poder ser trianguladas con normalidad.
L3: V+/A0. Superar en diagonal a la izquierda la primera panza e inmediatamente otra más difícil. Desde aquí con ligera tendencia a la derecha, continuar escalando cada vez más fácil hasta encontrar la reunión. Es más rápido no montar la reunión aquí, sino unos pocos metros más arriba en una gran sabina (prever anillo de cinta).

5 comentarios:

  1. Anda, esta historieta no la conocía y tampoco sabía lo del nombre del "Canal del Clavijo". Por cierto, el primer largo de la "Normal" del Pisón, pese a ser facilico, es raro de cojones....
    A plantar mesache

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  2. Muy interesante.
    ¡Qué época!
    Y con qué medios escalaban. La mayoría de nosotros no subiríamos ni diez metros como ellos hicieron.
    Slds

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  3. Me encantan esta serie de post que estás publicando con la historia de los mallos, sus vías y sus personajes.

    Gracias por compartirlo.

    Diego.

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  4. Totalmente de acuerdo, historias muy guapas;

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  5. Eres una enciclopedia Elales... creoi que todos te lo agradecemos ;-)
    Un saludo y hasta la vista alpinistaaa

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