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Lo primero, la montaña

Pany - Haus al Pisón (Riglos)

Jordi Panyella
Primera parte: la Conquista del Pisón

Tras el éxito en la conquista del Pisón, Jordi Panyella no tardó en volver a Riglos para abrir la profunda chimenea en la que se había fijado antes de decidirse por la opción de bajar rapelando por la canal del Clavijón. Anteriormente, ya se habían producido algunos intentos de recorrer esa chimenea por parte de otros escaladores, pero los pronunciados desplomes en algunos puntos y la rudimentaria técnica de los pioneros habían hecho desistir a la mayoría de sus pretendientes.

Panyella tenía todos los números para conseguir la conquista de esta vía. Extremadamente buen escalador, forjado en el conglomerado de Montserrat -pero con amplia experiencia en otros macizos y rocas como las cumbres de Ordesa, Pedraforca o el Peñón del Ifach- Panyella ya era todo un referente en la escalada española del momento. Fundador del GAM y del CADE era sin ninguna duda uno de los mejores escaladores de los 40, en unos años en los que las miserias de la posguerra apenas dejaban tiempo ni ganas para dedicarse a subir por las paredes.

Su compañero en esta empresa fue Albert Casasayas “Haus” logrando llegar al collado en apenas 8 horas, para continuar desde ahí hasta la cima por la vía abierta 2 meses antes y conseguir la segunda ascensión absoluta al mallo. Descripciones como la acrobática oposición en Ramonage, pasos de escalada de espaldas a la pared, tramos escalados por chimeneas semisubterráneas (el paso del UHF, como se conoce hoy en día) se suceden en la “piada” que de la apertura que realizó Jordi –Jorge en aquellos años- Panyella.
Primer techo Pany-Haus
Esta segunda escalada absoluta tuvo varias consecuencias más o menos serias, más o menos anecdóticas. En el descenso, las cuerdas por las que rapelaban el torreón del Pisón quedaron enganchadas y fue imposible recuperarlas. Afortunadamente, la canal del Clavijón estaba “cosida” con cuerdas fijas que previamente habían colocado y pudieron regresar sin mayores percances al pueblo. Ante la falta de nuevos pretendientes a la conquista del mallo, las cuerdas ondearon a la vista de todos durante largo tiempo, recibiendo aquellas cuerdas colgantes el apelativo de “la corbata del Pisón”.
Don Justo, auténtico mecenas de los escaladores y fanático de los retos que presenciaba año tras año en su pueblo, ofreció comida y alojamiento gratis durante una semana a quien le quitara la corbata al Pisón. Aquello despertó aún más el interés por hacer cima de los escaladores aragoneses, siendo Ángel Serón quien logró retirar el atuendo de cáñamo con el que habían decorado al Pisón los escaladores catalanes. Quitarle la corbata al Pisón fue un trabajo relativamente fácil, pero el problema vino después cuando tuvieron que regresar. Por una falta de previsión no dejaron las cuerdas fijas en el Clavijón y Serón tuvo que realizar sin posibilidades de aseguramiento la que él calificó como la escalada en la que más miedo pasó de todas las que realizó; según sus propias palabras: "en toda mi vida, donde más me la he jugado ha sido ahí, sin clavijas ni nada". Teniendo en cuenta sus aperturas en la Peña Sola o la Aguja Roja entre otras, nos hacemos una idea de la dificultad y exposición a la que se enfrentó.
Ubicación de la vía

Ángel Serón en la 1ª repetición. El techo se evitaba por la derecha
La chimenea Pany-Haus -motes de Panyella y Casasayas-, calificada como "directísima" por los aperturistas, se convirtió en un referente de dificultad: Apenas 10 repeticiones en 10 años nos da una idea del listón tan alto que representaba en aquella época esta vía. Para escaladores tan punteros como Ernesto Navarro o Ursi Abajo esta escalada representó su primera vía seria y hasta 11 años después con la apertura de la Serón-Millán, ninguna otra vía surcó el Pisón desde el suelo.

Tras más de 60 años desde la apertura, los escaladores se decantan más por las panzas del Adamelo de Ursi que por los "refrotes" y estrecheces de la Pany, pero esta vía sigue siendo una de las rutas preferidas para recibir una bofetada de experiencia en la escalada riglera. Desplomes, chimeneas, angosturas, patio, equipamiento justo en la “escala Riglos” de alejes, algún pequeño tramo de roca más "independiente" y panzas en el torreón, hacen de esta escalada un cursillo en una sola sesión de todo lo que nos podemos encontrar en los mallos.
Salida del segundo techo
Foto de Panyella del CEC y de Serón, escalando en la Pany, de Montañeros de Aragón

4 comentarios:

  1. Muy buena historia y muy buena foto de Angel Serón. Lástima de calidad, pero a ver si puedes conseguir más fotos de esa época, porque son impresionantes.

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  2. ¿Se puede decir en "petit comité" de dónde coño sacas tantas fotos antiguas?.
    Oye, te lo digo en serio, planteaté seriamente escribir un libro sobre la historia de la escalada en Riglos. Tienes material más que suficiente.
    Buen post.

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  3. Un paso muy bien descrito por la historia de la escalada en Riglos.

    La corbata del pisón, curioso nombre que le dieron !!!

    Un saludo, Diego.

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  4. Un gran trabajo. Muchas gracias por sus relatos. Son muy interesantes.
    Un cordial saludo.

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