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Lo primero, la montaña

Valga la redundancia: hidrónimos

Viene de Accidentes geográficos y linguísticos.

Investigando sobre los espacios geográficos que nos rodean, nos podemos encontrar con verdaderas figuras retóricas que no se aplican a la poesía sino a los accidentes geográficos.

Por una parte, tendríamos los típicos errores que observamos en la prensa no especializada. De vez en cuando nos encontramos –no es muy frecuente, todo hay que decirlo- referencias al “pico Tozal de Guara” o al “pico Garmo Negro”, siendo el término “pico” completamente innecesario debido a que las palabras tozal y garmo ya especifican que se trata de una cumbre. En todo caso, no vamos a criticar pequeños deslices de este tipo; al igual que estos periodistas no son montañeros, yo tampoco soy periodista y escribo estos artículos (seguro que meto la zarpa continuamente).

Las redundancias más frecuentes vienen precisamente de mapas y publicaciones especializadas, así como de la misma gente que habita nuestras montañas. Voy a poner unos pocos ejemplos:
Pich –en diferentes variantes- se utiliza para designar a las cascadas. Así, encontramos Pich-Gaillard (Gèdre – Francia), Sauth deth Pish (valle de Arán) o Salto del Pich (Bujaruelo) entre muchos otros ejemplos. Si observamos estos últimos nombres ya estaríamos redundando: Pich ya es una caída de agua, no haría falta añadirle el término "salto". Pero la redundancia se hace pesada cuando leemos cosas como Cascada de Sauth deth Pish.

Coño, estamos diciendo Cascada de la cascada de la cascada. Lo mismo pasaría con el Salto de Sallent o con el Salt de la Sallena: Sallent y Sallena ya tienen la misma raíz que salto. Imaginemos que en unos años todos terminamos hablando inglés; si seguimos en la misma línea terminaríamos llamando al mismo lugar Waterfall of the Cascada de Sauth deth Pish. Pa' "pichar" y no echar gota.

Esto que comento en broma, es un hecho muy normal en la toponimia y se debe al desconocimiento de las lenguas utilizadas por la gente que vivió antes que nosotros. Pero hay muchos más ejemplos más, curiosamente relacionados también con el agua. La raiz ar- se relaciona con las corrientes de agua, parece ser que significaba “río” y ha dado lugar a hidrónimos como Arga, Aragón, Arba, Ara o Arazas. Así pues, cuando decimos río Arazas ya estamos duplicando la palabra “río”. No hace falta trasladarnos a época prerromana; también existe un río Flumen (río en latín) y otros muchos ejemplos con Guad-alope, Guat-izalema, Guad-alaviar, Guad-alquivir a los que le añadimos el término “río”. Otra triple redundancia se produce en una mezcla de castellano, árabe e íbero: río Guadiana vendría a significar río río río.
Foto del Sauth deth Pish enlazada desde http://joanmolar.wordpress.com/2008/06/05/sauth-deth-pish/
La otra foto es del Pozo Santa María en el Arba de Luesia.

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