Mascún es un topónimo de origen árabe que ya recogió Lucién Briet y que viene a significar "lugar habitado por espíritus" y este nombre no se escapa a una realidad que, no por ser invisible, deja de existir.
Es difícil, por muy racionalistas que seamos, no ponernos en el lugar de las gentes que mucho antes que nosotros habitaron estas sierras. Si nos adentramos en lo profundo de un barranco y sabemos mirar y escuchar, apreciaremos figuras fantasmales y escucharemos entre el murmullo del agua los gritos y las voces de esos espíritus. Esto, que parece el comienzo de un cuento para niños, yo me lo creo; he visto esas figuras y he oído esos gritos, pero automáticamente los he racionalizado como productos de la erosión y el eco. Quizás un habitante de estos pueblos de hace 700 años tuviera más tendencia a dejar volar la imaginación y ver un "mascún" en el significado literal de la palabra.
Del libro Cañones y barrancos, un medio excepcional recojo el siguiente párrafo: "En el barranco del Mascún, quizás el de mayor carga mistérica, las almas en pena se personaban bajo la apariencia de esqueletos descarnados, los cuales hacían al andar, según los testigos, un ruido "de güeseras tal que de un juego de dados"". No sólo esqueletos, también serpientes monstruosas quedan recogidas en la leyenda de este barranco.
Seguimos con el miedo, pero esta vez real. Esta zona, aunque actualmente ha quedado como un cul-de-sac cuando se viene desde el sur, no hace mucho tiempo fue un lugar de paso trashumante cuando se bajaba el ganado a la tierra plana. Según las palabras de Briet, Rodellar era "lugar de paso muy frecuentado por los habitantes del valle del Ara, a los que las necesidades de la vida obligan de vez en cuando a dirigirse a la rica comarca que se extiende de Huesca a Barbastro, al país del aceite y el vino". Esto provocaba el aprovechamiento de depredadores humanos y animales. Por un lado, se tiene constancia de la existencia de un bandolero llamado "el Godé" que aprovechaba los rincones que ofrecían las paredes y agujas del Mascún para cometer sus fechorías y por otro, los lobos siempre asomaron los hocicos por estos lugares hasta entrado el siglo XX.
Qué chulo Álex. Verdaderamente, Mascún es misterioso...
ResponderEliminarUn besico
Pilar
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Gracias
Precisamente el pasado fin de semana, nos introdujimos en la paradójica y confusa nebulosa fantasmal del cañón del Mascún. Estábamos descendiendo tan animosamente, cuando un compañero (Nico) se introdujo en un sifón impenetrable, y por arte de magia, consiguió atravesar un agujero mas pequeño que su propio cuerpo. Al superar tan arduo paso, y aún temblando de miedo, confesó haber escuchado unas voces de origen humanoide o fantasmagórico, que le gritaban: Cuidado chaval con los golondroideeessss!!!!
ResponderEliminarHola buenas, estoy recopilando información sobre la Sierra de Guara (vivo en Angüés y trabajo en Bierge) y me he topado con tu post sobre Rodellar . Me encantaría indagar más sobre este bandolero El Godé que mencionas, me encantan este tipo de historias y si pudiera rastrear algunas fuentes para saber más te lo agradecería muchísimo.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por tu Blog!!
Diego Vázquez-Prada